miércoles, 16 de enero de 2013

Disyuntiva existencial

¡Hola después de un largo tiempo!

Durante los años de vida que tenemos, hemos pasado y seguiremos pasando por duros y buenos momentos.
De éstos, muchas veces, depende el camino que decidamos tomar en nuestras vidas. 
Muchos las superamos.
Otros nos rendimos.
Es cierto, también, que muchos de éstos momentos vienen en la etapa más difícil de nuestra  vida. Aún no entiendo cómo es que en esta etapa tan difícil tenemos que sufrir tanto, tenemos que tomar decisiones, tenemos que luchar, tenemos que aprender; si ésta etapa es la más complicada de todas. La adolescencia es realmente complicada. 

Días atrás. Era mediodía aproximadamente, y se abrió la puerta del comedor. Era Claudia, una de las recepcionistas del hotel en el que trabajo, pidió que le sirvan su almuerzo y se sentó en la misma mesa que yo. 

-¡Alvaro, ¿en qué andas?!
-Claudia, aquí recién entrando a comer, ¿tú?
-¡En una disyuntiva existencial!
-¿Ah? ¿por qué?
-No sé, me falta poco para acabar la universidad, llevo estudiando mucho tiempo y no quiero terminar siendo una recepcionista.
(Sinceramente todos se mueren por tener el puesto que ella tiene. Ganan bien, trabajan un poco menos que los demás, y tienen un horario de trabajo fijo)
-He sido Housekeeper, Steward. He trabajado en EEUU, soy bilingüe y entiendo más o menos el Portugués. Pero me siento tan ... (e hizo un gesto de inconformidad)
-Oye ya quisiera saber y haber hecho todo eso yo. Atiné a decirle escapando de un tema que yo no sé manejar.


¿No te ha pasado que estás realizando algo que siempre quisiste, y luego te das cuenta que no es lo que pensaste? No es malo querer ser más, ni seguir escalando. Lo malo, y en ocasiones frustrante, es seguir sin ganas de seguir.

Es bueno hacer un 'stop' para pensar y reencontrarnos con nosotros mismos. Aveces vivimos y morimos por reencontrarnos con alguien, cuando en realidad el que está perdido eres tú mismo.

Soy el de la idea de que en nosotros habitan 2 seres: Tú  y tu Alma. Para mí son dos cosas tan distintas, pero que a la vez se complementan.
Tu cuerpo necesita del alma para no ser un robot sin sentimientos ni emociones, y tu alma necesita de un cuerpo para poder mantenerse en tierra.
Muchas veces eres solo tú, haces lo que tú quieres y lo que tus impulsos te exigen, dejando atrás lo que tu alma verdaderamente necesita. 

¡Hey! créeme, estamos compuestos por estos dos factores. Conócete bien, explórate. Háblate, perdónate. El tiempo es corto.


Entonces cuando te encuentres en una disyuntiva existencial, en el que no sepas si finalmente escogiste el camino correcto, toma ese tiempo para escucharte.

Siempre sabes qué es lo correcto para ti, pero lamentablemente piensas para el cuerpo y muy pocas veces para tu alma.


Quizás no te conozca, y viceversa.
Quizás nos hemos visto una sola vez, y quizás, nunca más nos volvamos a ver.
Pero si escogemos el camino correcto, estoy seguro que nos veremos en el Cielo por toda la Eternidad.
Hasta entonces. Cuídate. 

AZM

viernes, 4 de enero de 2013

¡Qué fácil es ser nosotros!

Zagalada N° 20.

¿Qué tal bloggeros, todo bien?
Resulta que tenía en mente escribir acerca de otro tema, apenas ayer cambié de opinión, y dicha entrada la publicaré la próxima semana.


Directo al grano. Qué bueno es haber nacido varón. Sin desprestigiar a las señoritas  y sin ánimos machistas.
Es simplemente desde este punto:
No sufrimos con la moda, ni llevamos maquillaje en el rostro, no crecemos 5 o más centímetros cuando vamos a alguna reunión, si queremos engordar lo hacemos, si queremos comer de todo, también.
No tenemos dolores menstruales, ni sufrimos de cesáreas, ni mucho menos de un doloroso parto natural.
En nuestra primera vez no sangramos, usamos el shampoo que haya en casa, y si tenemos que comprarlo no demoramos mucho. 
Podemos ir al baño solos, y si vamos acompañados es solo para hacer alboroto.
Cuando una relación termina, nos duele si de verdad la hemos amado, y nunca decimos que todas ustedes son iguales, aunque la última compañera que tuvimos nos falló.
Sabemos que el día que seamos padres, como hijos mismos que todos somos, nunca reemplazaremos a una madre, pero somos conscientes a la vez, que siempre estaremos ahí para dar un permiso que ustedes han negado (con ánimos de engreír, ya sabes :] )

Somos celosos, somos tiernos, jamás armamos tremendo show en las calles ni arruinamos la fiesta a los demás, salvo que exista algún desadaptado 
por ahí.




Cuando queremos expresar nuestros sentimientos, aunque para muchos es difícil y aunque lo hagamos muy poco, lo hacemos con todo el corazón, así que ahórrate tus burlas en esos momentos si no quieres que jamás lo volvamos a hacer. Muchos somos sensibles, y cosas así nos duelen y nos enseñan a comportarnos de acuerdo a la conducta de la otra persona.





Sabemos también, que todos estamos dentro del mismo saco.
Patanes.
Mujeriegos.
Rateros.
Perros.
Infieles.
Románticos.
Cariñosos.

Fieles.
Respestuosos.
Y me pasaría toda la entrada llenando adjetivos, pero no. 

No importa lo que seas, si naciste varón en algún momento serás alguno o todos esos adjetivos.
Existimos los que estamos solos, los que hemos sufrido por alguien, los que están sufriendo, y los que esperamos desde hace mucho por alguien a quien prometemos no la luna ni las estrellas, pero si dar lo mejor de nosotros y no cometer los mismos errores que ya caro nos han costado.

Estamos los románticos, que vivimos 'escondidos' en un mundo machista como el nuestro.
Los fríos, quienes de vez en cuando dicen un 'te amo' prácticamente con el corazón en mano. 
Estamos todos. Somos diferentes. El problema está en ti, que escoges entre los  mejores a quien será tu mejor amigo.

Después de todo, no somos el sexo fuerte. 
Sufrimos, lloramos, gritamos, renegamos, celamos, reconocemos errores, hacemos sufrir quizás sin querer, peleamos, estropeamos aveces las cosas; y es que  son ustedes las del equilibrio... y es así. Cuando un hombre encuentra su otra mitad, en donde ambos se complementan y si están destinados el uno al otro llegan a encontrar la estabilidad emocional.

Yo la encontré. Es solo que a veces ejerzo algo más de presión y la estabilidad cambia. Lo que no quiere decir que tú no seas para mí, o que yo no sea para ti.

Lamento que sea difícil ser una señorita, pero créanme, lo siento y lo sé: Son lo mejor que hay en el mundo, y si hay algún varón que no sabe apreciar ello es porque además de no ser el sexo fuerte, tuvo la desdicha de nacer con el cerebro débil.

Estamos los varones, los que no somos el sexo fuerte.
Y están ustedes, las fuertes y débiles a la vez, que aunque se hagan las valientes sé que han sentido alguna vez en sus vidas, que les hacemos falta.
Y la verdad, es que nosotros también lo hemos sentido.
Si, muchas veces, nos hacen falta.

Después de todo, no somos el sexo fuerte. 
Sufrimos, lloramos, gritamos, renegamos, celamos, reconocemos errores, hacemos sufrir quizás sin querer, peleamos, estropeamos aveces las cosas, y es que es así...



AZM