Al menos no en este momento.
¿Sabes? Hoy también soñé contigo, como hace tres noches atrás.
Me haces despertar de golpe en plena madrugada, sudando, con los ojos hinchados de mala noche, con el deseo de dormir profundamente pero con ese insomnio inquebrantable que me persigue luego de levantarme, como cada noche, como hace tres noches atrás.
Tengo puesto el polo que tanto te gusta, me lo puse para escribirte esto que no quería hacer.
¿Lo recuerdas? Aquel polo que tiene nuestra fecha de aniversario, ese mismo que tú te ponías para dormir en la misma cama que compartimos por muchos años, ese polo por el que yo renegaba pues lo usabas para dormir cuando apenas lo había lavado. Sí, te hablo de ese polo.
Ayer me tapé con ese cubrecama que olía a ti, que puse en la ropa sucia desde antes de que te fueras porque te dije que ya olía mal y que debíamos lavarlo.
Hace algunos días lo saqué y no sé cómo pero ahora mismo la tengo cubriéndome mientras te dedico esto que no quería dedicarte.
En mi afán por distraerme me puse a revisar mi teléfono: Mis canciones, mis juegos, mis fotos, mis vídeos. Y encontré uno que yo mismo grabé mientras me lavaba los dientes y tú te duchabas en aquella ducha en la que alguna vez nos bañamos juntos. Tú estabas jabonándote y yo encendí mi cámara y abrí la cortina de par en par, gritaste mi nombre y empezaste a reír. "Por favor bórralo", me dijiste.
Ya ves que no cumplí.
No fui capaz de leer el último mensaje en WhatsApp que me dejaste.
Vi que lo enviaste pero lo borré s.in siquiera saber qué decía. No quería sentirme peor de lo que ya estaba. Ja. No lo conseguí
Han habido muchos cambios en mi vida, quisiera contártelos y que me escuches como siempre lo hacías. No sabes lo difícil que es dormir sin ti al lado. Ya no siento tus brazos asfixiándome por las noches. Ya no tengo que renegar porque no hay quien quite las sábanas del colchón. Ya duermo tapado todos los días y uso pijamas para no enfermarme.
Mi teléfono lo pierdo de vez en cuando y le he quitado el patrón de seguridad. Puedes venir a revisarlo cuantas veces lo necesites.
Quité tu foto de mi billetera para no tener que verte cada que la abro.
Pensé que habías empacado todo pero hace poco encontré tu pantalón de pijama y lo boté en mi desesperación por desaparecer todo lo que me recuerde a ti. Pero no sirvió.
Estás en todas partes.
Sé que te fuiste sin tus lentes porque también los encontré. Y los tiré allá arriba del clóset. Junto con la bolsa de cartas, peluches y regalos que me hacías.
Sé que estoy bloqueado de todas tus redes sociales, incluyendo también WhatsApp y quizá estoy en "desvío de llamadas". No he intentado llamarte para evitarme el mal rato.
Todo es muy complicado, ¿no?
Lamento no haber sido la compañía perfecta que merecías.
Ahora casi ya no paro en cama como tanto odiabas.
Tengo mis días ocupados y tengo clases dos veces por semana, fuera del trabajo y del gimnasio.
En serio que es muy difícil.
Espero que estés bien, dentro de todo.
Te mando el abrazo más dulce de este mundo. O si quieres dos, o tres, como me pedías antes de bajar el último escalón de la puerta de mi casa.
Los que tú quieras.
Sonríe, que me enamoré de tu sonrisa.
¡Hasta siempre!
AZM
No hay comentarios:
Publicar un comentario