Lo miraba de pies a cabeza.
Tenía una camisa rosada a cuadros, un pantalón de vestir, zapatos negros y la correa ajustada. Se veía bien, al menos algo aceptable como para ir a una entrevista de trabajo. El grano que tenía en una de sus mejillas desentonaba sin lugar a dudas, y creo que con el cabello seco se hubiera apreciado mejor su peinado. Ni modo.
Era la segunda vez que me cambiaba de ropa, y también la última porque solo tengo 2 cambios de "ropa de vestir". Dejé de verme en el espejo y aunque no estaba satisfecho de cómo me veía tuve que salir casi corriendo porque el tiempo me estaba ganando. Bajé las escaleras de los 4 pisos que separan mi casa de la puerta principal y desaté la locura de siempre...
¡Maldito grano! Tenías que aparecer justo hoy, encima estos zapatos suenan como si me hubiera puesto tacos de mujer. Siento que todos me miran cuando camino. ¿Combinará esto que me he puesto? ¡Maldición! ¿Por qué me puse camisa de manga larga si hoy ha salido mucho sol? Bueno Alvaro solo tienes 2 camisas y ambas son manga larga, supéralo. Ok, sube al carro con cuidado para que no se arrugue la camisa y divisa un asiento libre. ¡Puta madre todos están llenos! Ok, no te desesperes seguro en un rato se desocupa alguno. Bien, cantemos algo en tu mente para que no te sientas incómodo por ser el único que está parado en este bus que encima es inmenso. ¡Mierda, no debí ponerle plantilla a los zapatos, me duele mi dedo chiquito! Vamos, vamos, olvídalo. Cantemos.
Esta era la ¿cuarta? entrevista de trabajo a la que iba con la esperanza de que sea un trabajo remunerado. No sabía cómo llegar y me guié de Google Maps para ubicarme. Estaba en una línea de transporte al que nunca me había subido, pero me sentía tranquilo y confiado.
Ok, creo que ya llegamos. Baja con cuidado y camina despacio para que estos putos tacos no suenen tanto. A ver... Uhm... ¡Ajá! Qué huevón, me bajé una cuadra antes. Disimula y camina como si nada hubiera pasado, aunque creo que todo el mundo se ha dado cuenta de que estás perdido, siento las miradas acusadoras. Bueno, camina, camina. ¡No aguanto el dolor de mi dedo chiquito! Me lo imagino y debe estar apachurrado, pobre. No sé en qué momento de mi vida amaba tanto ponerme ropa elegante, ahora lo detesto.
¡No encuentro el número de la calle! Se saltean. ¿Dónde estás 1465, dónde? A ver, regresemos por la misma calle. "1490 - 1482 - 1478 - 1470 - 1462 - 1450 ..." ¿Y el 1465? ¿Acaso lo han borrado porque sabían que iba a venir? ¡Por Dios,de verdad que cuando quiero hacerme el idiota, me esmero ah! (Risas).
Bueno, ¿Dónde está el 1465? A ver voy a cruzar. (...) ¡Ay con razón, no tiene número, está tapado! ¿Por qué me pasan estas cosas a mí? Todo lo absurdo me tiene que tocar a mí, estoy destinado a que todo se complique, hasta cuando se me cae el pan, se cae el lado untado boca abajo y el que no tiene nada cae a buen recaudo. ¡Ag!
¡Mierda Alvaro, deja de pensar tonterías!
¡7,6,5,4,3,2,1 ... Al fin puedo cruzar! Bien. Caminemos, caminemos. ¿Qué me compraré con mi primer sueldo? Un celular sin lugar a dudas. ¿Celular dije? Cierto, veré qué hora es. ¡No jodas, ¿son las 4:55pm?! Pero tengo plazo hasta las 5pm solamente, me dijeron de 2pm a 5pm! ¿Tanto demoré en pensar todas estas estupideces y en encontrar la dirección?
¡Bien, aqui vamos! Seriedad.
Aptitud correcta. Serenidad. Seguridad. Le hablo mirándolo fijamente a los ojos. Doy respuestas contundentes. Siento que él está más nervioso que yo. Él, el que me entrevista.
Ha leído mi blog, le gusta. No trabajaría ni sábados ni domingos, el horario lo pongo yo. Cree que mi blog es un excelente material. Me pregunta si tengo alguna duda. La tengo. Le pregunto si el....
Salgo de la oficina y siento que todo el mundo sabe que pregunté lo mismo de siempre cuando me dicen: "¿Tienes alguna duda?"
...Me pregunta si tengo alguna duda. La tengo. Le pregunto si el trabajo es remunerado. Me responde. Sonrío. FIN.
Seguiré buscando chamba.
Alvaro Zagal