lunes, 4 de noviembre de 2013

¡Fotopaporretas!

Una raya más tigre.
Una patinada más a nuestra lista.
Un error más que deja al descubierto la carencia de buenos planteamientos en proyectos futuros.



Empezamos bien, se puso en marcha la supervisión a conductores y las velocidades permitidas en ciertas calles y/o avenidas en nuestra capital. El proyecto iba viento en popa, empezaron a desfilar las fotografías, a los agentes encargados les empezaron a brotar ojos adicionales, fotos por aquí y por allá, y entre avisos mal posicionados y fotos por doquier se creó la gran confusión y con éste “la doble chamba”.


Fue así que se llegó a multar a una misma persona hasta 3 veces por conducir a 40km por hora en una vía rápida, ¿No es esto absurdo?, ¿En qué pensaba el agente policial responsable de la fotografía cuando capturó en imágenes al conductor del vehículo?, ¿No sabía acaso que se encontraba en una avenida?, lugar en el que manejar a 40km por hora está mucho más que permitido, ¿Cómo no? Es una avenida, ¡bah!

Solución inmediata. Viendo en el bochornoso lío en el que se habían metido, la Municipalidad de Lima admitió que ciertamente existen señales mal ubicadas, letreros con aviso de “Disminuya la velocidad, colegio” en la puerta de la Institución, cuando éste debería estar ubicado metros antes del establecimiento para evitar cualquier desgracia. A esto le sumamos avisos de kilometrajes que son obstruidos por la vegetación y que por ende pasan desapercibidos al ojo del volante.



Se decidió devolver los cobros injustos, porque sí, increíblemente estas multas habían sido cobradas.
Se anunció los pasos necesarios para el reembolso de éstas, incluso se habilitó poder pedir el dinero por medio de una transferencia si por 'x' motivos no deseaba el dinero en efectivo o no contaba con tiempo para acercarse a recogerlo, pero vaya sorpresa…
El vigilante de un reconocido centro bancario mostró su asombro al ver que de una escala de 1 al 10, solo 3/10 se habrían acercado a reclamar por su dinero mientras que los 7 restantes aún no se manifestaban ni siquiera vía internet, lo que causó gran conmoción pues “esperábamos colas interminables”, según señalaba el agente de seguridad del establecimiento.
Pues qué decirles, pónganse las pilas.

Esto me recuerda a las largas colas para los trámites de AFP, se dio una fecha límite y todos morían por asistir y ser atendidos rápidamente. Una vez ampliada la fecha, éstas desaparecieron.
¡Somos PERUANOS ¡ :)

El proyecto es súper bueno, lo que necesitamos son buenos planteamientos. No queremos que se apuren, ni que nos enamoren promoviendo cosas que tarde o temprano fracasan y que terminan perjudicándonos. Instrúyanse, planeen las cosas bien, verifiquen, hagan pruebas, PREOCÚPENSE, y dejen de ser una preocupación para la sociedad.

¡Vamos, que si podemos!
AZM