¿Desde cuándo la responsabilidad que recae en nuestras autoridades, para con las personas que arriesgan sus vidas a diario por nuestro país, se resume en buscar culpables?

Finalmente la intensa búsqueda cesó, tras grandes intentos por encontrar al hijo de doña Reina Vega. Sucedió lo que el país entero deseaba: Encontrar a aquel joven abatido por inescrupulosos terroristas dentro de la confusa Selva.
El padre de César Vilca Vega, ahora llamado 'héroe', se sumergió al interior de la Selva de nuestro país para dar inicio a la búsqueda de su propio hijo y con sus propios medios.
Me imagino ... no perdón : NO ME IMAGINO, el dolor tan grande que puedan estar sintiendo ahora los familiares de este joven, y mucho más aún, no quiero imaginarme el momento desgarrador en el cual encuentras a tu hijo tendido en el suelo, con claros síntomas de haber sido brutalmente torturado (le habían arrebatado la dentadura, tenía fuertes golpes en diferentes partes de su cuerpo, y se encontraba bañado en sangre),y por último tener que perder eso último que todos llaman: Esperanza.
Mientras una reportera trataba de describir lo indescriptible de esta situación, logra robarle algunas palabras al Sr. Vilca, ¿Y sabes qué es lo primero que le pregunta? :
-Señor, ¿cómo reconoció a su hijo?.
-Señor, ¿cómo reconoció a su hijo?.
¡Es ésta la pregunta más absurda que alguien haya podido realizar!
Es tu hijo, cómo no reconocerlo, cómo creer que el corazón del Sr. se ha equivocado, cuando seguramente debió latir a 1000 por hora cuando lo encontró. Por suerte el Sr. fue muy amable y declaró que lo reconoció "porque tenía un hueco en su uniforme, el cual yo mismo parché".
Por otro lado, siempre me hicieron pensar que la voz de nuestro presidente, es y sería la voz del pueblo.
Ahora sé que no siempre es así, noté a un presidente correctamente vestido para la ocasión, dando las condolencias a los deudos, y dando un sentido "discurso" al país entero, cuando de pronto mencionó un errado "nosotros tenemos la conciencia tranquila".
Nosotros no, señor presidente.
Yo, no.
No puedo tener la conciencia tranquila ahora que ya no se puede hacer nada por este muchacho de apenas 23 años de edad, que se enfrentó a la muerte, y permaneció horas agonizando en el suelo y con balas instaladas en su cuerpo.
¿Cómo puede tener usted la conciencia tranquila, siendo la máxima autoridad de nuestro país?
Los homenajes que se le han rendido a este muchacho han sido realmente sentidos.
Ahora acaba de entrar a la lista de los 'héroes' de nuestro país, pero como bien le respondió el Sr. Vilca a la misma reportera:
-¿Y yo para qué quiero un hijo héroe, señorita?
-¿Y yo para qué quiero un hijo héroe, señorita?
En pleno sigo XXI, me atrevo a decir que la justicia tarda.
Justicia tardía, no es justicia.AZM
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