RELIGIÓN. IDEOLOGÍAS. HOMOSEXUALIDAD.
Siempre quise evitar
este tipo de temas que son muchas veces delicados como controversiales.
Hoy, lo que quizás nunca hubiera sido una Zagalada por el temor a cómo
redactarlo, cómo tocarlo, o cómo abordarlo se convirtió en un spot que realizamos unos compañeros y yo hace unos días. Espero que les guste.
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¿Se imagina usted que su niño bonito, su campeón, que la luz
de sus ojos o su dulce princesita sea mañana más tarde una persona homosexual
que tiene que afrontar además de una vida que ella o él no eligió el peso de
una sociedad que no está preparada psicológicamente para aceptar sus
diferencias sexuales?
Peor aún, ¿imagina usted que su hijo sienta completo rechazo del medio que lo
rodea, que intenta esconder sus sentimientos para vivir bajo la depresión, la
vergüenza, el rechazo a sí mismo y por momentos pensar hasta en la muerte?
La homosexualidad es un tema en debate de nunca acabar, la religión, los
prototipos, ideologías, costumbres y hasta el mismo infierno entran en juego si
de juzgar se trata sin importar si quiera cuánto daño podemos estar causando.
La homofobia es un peligro andante y que lamentablemente va en aumento en diversas sociedades, y la nuestra por supuesto no es la excepción.
En un mundo machista como el nuestro, se busca erradicar, asesinar o
desaparecer sanguinariamente a quienes busquen amor en personas del mismo sexo
creando así terror y pánico.
La etapa de la adolescencia además de ser dura de por sí,
debe ser bien manejada y supervisada por los padres de familia quienes son los
primeros en darse cuenta de las diferentes inclinaciones sexuales que sus hijos
presentan, y lo peor que éstos pueden hacer ante el hecho es vendarse los ojos
y actuar como si nada hubiera pasado, pues es en esta etapa en donde empiezan a
aflorar las conductas de los jóvenes homosexuales, y con estas
conductas las burlas de sus demás compañeros. Es por ello la importancia del
apoyo emocional de la familia y el amor incondicional.
Cada quien puede buscar la felicidad en donde mejor le parezca, el error no
está en si amamos a alguien de nuestro mismo género, sino en si nos encargamos
de hacer creer a los demás que no son
parte de la sociedad, que son bichos raros, que no pasan de ser rosquetes,
machonas, indecisos y hasta desterrados.
No se trata de a quien amemos o a quien le hagamos el amor, se trata de respeto
e igualdad.
Y como bien dicen por ahí: La homosexualidad no es una enfermedad, la homofobia
sí.
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