lunes, 24 de noviembre de 2014

Son reglas del mundo

Acababa de pulsar enviar para que el mensaje le llegara a mi mamá por whatsapp. 
¡Qué locura! 

Usamos ese medio para que yo pueda cocinar para mí y mi hermana menor mientras mi mamá trabaja, sigo sus instrucciones al pie de la letra y felizmente hasta ahora todo ha salido bien.
Esta vez no era para una receta de preparación, ni permiso para salir ni mucho menos para decirle todas las travesuras que Kamila, mi hermana menor e hija postiza, hizo durante el día. Esta vez le pedía que me traiga en abundancia mi fruta favorita para cenar:

-"... y muchas mandarinas por favor. Desde hace mucho te las estoy pidiendo y te olvidas.
Gracias ma, te amo".

Ya me veía yo saboreando una por una cada porción de esa mandarina jugosa, comiendo cada "hilo blanco" que trae consigo, arrazando con todas. Todas para mí.
Pero el plan me falló otra vez. Mamá se olvidó de comprarlas.
Un día más sin ellas. Ni modo.

Decidí cenar Tallarines al Alfredo o en salsa blanca como algunos otros lo llaman. 
Me encerré en mi cuarto a comer y a tomar un poco de agua y como siempre empecé a ver por la ventana de mi habitación. Árboles en movimiento, luces que intentan alumbrar la eterna penumbra de la medianoche. No veo personas caminando ni perros jugando. Escucho cómo mis dientes trituran lo fideos que voy ingiriendo y cómo automáticamente sin estar concentrado en lo que hago van hacia mi estómago tras haberlos pasado. Me devuelvo intempestivamente a la realidad de mi cena a solas y bebo un poco de agua.

-"Sí pues, son las reglas del mundo". 
He aquí mi tormentosa voz interior. Esa que hace que mis planes cambien rotundamente a la hora que sea.
-"¿Las reglas del mundo? ¿De qué hablo? ¿Qué tiene que ver con estos fideos que ya se me secaron por estar pensando en otras cosas?" 

LAS REGLAS DEL MUNDO.
Desde hace más de dos años existe Zagaladas, y desde el primer momento en que decidí plasmar mis experiencias o puntos de vista ante un tema empecé a ver las cosas de distinta forma. 
Miento, en realidad siempre las he visto de distinta forma, pero Zagaladas me permitió convencerme de que no estoy tan loco como creí, de que así como yo posiblemente hay muchas mentes introvertidas que conversan entre sí pero que jamás vuelcan lo que realmente piensan, sino lo que el mundo quiere oír de ellos.
He crecido con tantos dichos, con tantos consejos, con tantas frases, con tantos miedos, con tantas advertencias que al final no sé si fueron necesarios, no porque me crea el sabelotodo o el más fuerte del mundo, sino porque finalmente decidí hacer, pensar, sentir y decir lo que para mí es correcto y no lo que para muchos es "portarse bien".

Para el juego de la vida se entrena día a día, con un solo director técnico, con un solo jugador, un solo anotador, un solo defensa. Sin público que aplauda desde el primer triunfo, pero con detractores que te harán recordar hasta el último fracaso. Sin suplentes, pero con adversarios que esperan cuan carroñeros para devorarte cuando estés más débil que nunca. 

Confieso que me he salido de la idea inicial de esta publicación y no sé por qué. Las palabras van fluyendo y no quiero dejar de escribir lo que ahora, mi yo interior, quiere decir. No le importa si el título guarda relación con lo que estoy escribiendo, a él solo le importa plasmar lo que siente en estos momentos, a la 1:43 de la mañana. 
Trataré de cerrar en una sola idea y controlar el rebelde que llevo dentro.

¿Qué es lo normal? ¿Qué tal si todo lo que hacemos está mal pero lo vemos tan "normal" propiamente dicho porque hemos pasado 20, 30, 50, o 60 años creyendo que ESO está bien?
¿Por qué lo que  nos dijeron que NO puede pasar y que ahora EXISTE tiene que estar mal?
¿Por qué nos dijeron que nunca nos van a dejar solos? Si es precisamente cuando estamos solos que empezamos a conocernos y saber qué nos falta y qué nos sobra en la vida.
¿Por qué nos preguntaron si ya hicimos amiguitos el primer día de escuela? Si aún no conocíamos la malicia innata del ser humano.
¿Por qué le dieron el poder absoluto en esta tierra al ser más destructivo del universo?
¿Por qué tenemos que aceptar que éstas y otras más son las reglas del mundo?
¿Por qué cuando queremos coger otros caminos que no respetan las reglas del juego tenemos que estar obrando mal? Quizá sea parte de la solución  del problema. Quién sabe.
¿Cuándo empezamos a entregarnos en cuerpo y alma al amor de otra persona, si aún ni valorábamos el precio que pagaron nuestros padres por traernos al mundo? Eso es amor.
¿Por qué nos dijeron que confiemos ciegamente en nosotros? Si hoy por hoy nadie confía en nadie.
¿En qué momento empezamos a creer que podíamos darle fin a la vida de los demás?
¿En qué momento nos volvimos más salvajes que domésticos?
¿Quién nos dijo que temamos a la muerte? Si es tras ella que realmente empezamos a vivir
¿Por qué nos incomodamos ante un ligero silencio entre nosotros y nuestra pareja? Si justamente es ese silencio que a veces tu relación necesita para volverse más fuerte de lo que posiblemente es.
¿Por qué lo blanco tiene que ser inspirador, y lo negro tiene que ser deprimente? ¿Por qué?
¿Por qué la mujer tiene que sufrir tanto para traer alguien al mundo? Si es lo más maravilloso que existe. ¿También es una regla del mundo?
¿Por qué el hombre no debe amar ni ver con deseo a alguien de su mismo sexo? ¿Perdería un turno o volvería a la partida del juego de la vida? Creo que es peor. Perdemos el juego.
¿Por qué nos esforzamos tanto? Si desde que nacemos vivimos escuchando que jamás alcanzaremos la perfección.
¿Por qué unos nacen en la mejor clínica del país sin saberlo, sin pedirlo, sin merecerlo. Y por qué otros mueren en la peor circunstancia sin sospecharlo, sin imaginarlo, sin siquiera una oportunidad de vida?
¿Por qué vemos en las telenovelas que el bien siempre triunfa? Si en la vida real el mal está cobrando mucho terreno.


¿Por qué callamos ante lo injusto? 
¿Por qué nos dijeron que la verdad nos hace libres? Si cuando la sabemos callamos "para evitar problemas".
¿Por qué estás leyendo estas contra-indicaciones de MI juego de la vida? ¿Casualidad?
¿Por qué no intentas cambiar un poco las reglas del mundo? 
Al final de todo, quizás no hayan sido muy bien escritas.
O quizás, no estemos jugando correctamente.
Esto depende de ti.
¡Siempre adelante!

Los quiero.

AZM



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